Met
Metalarte, 2000
El día que presenté la lámpara a Carlos Riera de Metalarte, llevaba una maquetita a escala 1/10 y un dibujo hecho a lápiz a la misma escala en un DIN A4. Aparentemente la lámpara parecía muy simple aunque luego resultó ser técnicamente compleja: un simple tubo de metacrilato translúcido que viene iluminado con una halógena desde la base y, en la parte superior, otro cilindro del mismo diámetro pero mucho más corto y de metal provisto de otra fuente de luz halógena, con movimientos de rotación y traslación, que sirve para iluminar el tubo translúcido desde arriba o girando la “cabeza” para dirigir la luz, como lámpara de lectura.
