Compass fue la primera lámpara que diseñé para Marset, siempre me gusta recordar cómo me vino la idea. Acaba de cambiarme de piso, la cocina era amplia, había una mesa extensible para comer, iluminada por una semiesfera de metacrilato color naranja colgada del techo. El problema venía cuando extendía la mesa o la movía de sitio, la lámpara ya no quedaba en el centro de la mesa. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea, bajé a la ferretería, compré un trozo de cable y una alcayata y con un trozo de tubo cromado que ya tenía en casa y con la misma semiesfera naranja, solucioné el problema. Fue así como nació la lámpara Compass.
La tecnología para su producción es muy sencilla y artesanal, lo importante de esta lámpara es que soluciona un problema muy concreto, la pantalla con un simple gesto se puede posicionar en el espacio según las necesidades, hacia atrás, hacia adelante, subir, bajar, y giro de 360.
